Puertas rotas, patadas de venganza, cachetones como alarma y vamos... Todo pasa adelante tuyo, todo se te escapa de las manos, los timbres suenan, todos te gritan, cansados vos, cansados de tus risas y de tus burlas... ¿Te importa? No, por ahora.

Miras en el espejo y entras de nuevo a la cárcel. Hojas, votaciones, mensajes, risas... ¿Me olvido algo? No creo, solo ignoro lo que no me sirve, así que sigamos... ‘Willpower’ ¿Dónde estás? Te estoy esperando. Me miro, me miro a través de un plástico roto y no encuentro mi rostro. Ese plástico donde tantos se buscaron. Donde todos intentaron alguna vez verse, ver... Ver lo que había afuera. Simple curiosidad de lo ya conocido, pero olvidado. Sí, OLVIDADO.

A contar, 1, 2, 3 YA ESTÁ. De ahí no paso, no lo voy a intentar, no me voy a animar. Esfuerzo en vano y empezar de nuevo. ¿Cuántos insultos tenés en la cabeza? Entras en tu memoria e intentás recuperar eso que perdiste cuando te pidieron más. Tus ojos se voltearon y cambiaste de planeta, corrés, llorás, gritás, no podes más.

Y los ojos vuelven, no quieren, pero vuelven. Una cuerda los trae de vuelta, los tira y arranca. Se llenan de sangre y no podes ver... ¿Y qué haces si no podes ver? No hay muchas salidas... empezas a contar, todo en falso, todo en negativo, el objetivo se está alejando y no podes hacer nada. Al fin y al cabo ya te succionaron toda la sangre, y tu cuerpo frío dejo de correr desde las 7 de la mañana.